Para agradecerles el trabajo que hacen en beneficio de la sociedad, el obispo Felipe Pozos Lorenzini se reunió con maestros de la Diócesis a quienes pidió perdón en nombre de la Iglesia “por las veces que no se ha estado a la altura de lo que hacen”.
Luego de celebrar una misa por el Día del Maestro, ayer, el obispo ofreció un ambigú a los docentes y les dirigió un mensaje en el que les agradeció por el esfuerzo extraordinario que han hecho desde la pandemia.
“La educación es un acto de amor, necesita capacidad de amar. Ustedes maestros han hecho un gran trabajo. Les agradecemos por todo su esfuerzo. Quiero escucharlos, díganme ¿Qué necesitan de la Iglesia?”, comentó.
En respuesta, los maestros expresaron su preocupación por la nueva realidad de los jóvenes que necesitan un acompañamiento más humano, y donde ellos sean verdaderamente el centro del acto educativo.
Los docentes solicitaron al Obispo más espacios de capacitación para hacerle frente a los retos nuevos donde los alumnos tienen actitudes difíciles e incluso retadoras.
Enfatizaron la necesidad de trabajar unidos todos los docentes de todas las escuelas para formar una verdadera comunidad.
Un docente de Pótam, pidió más presencia de la Iglesia en las comunidades yaquis para fortalecer los valores en los niños, adolescentes y jóvenes.
“Tenemos todos juntos que construir la comunidad educativa. Aquí le entramos todos, maestros, papás y directores. Vivimos la urgencia de poner al centro de la educación a la persona antes que los proyectos y programas escolares. Les invito a la conciliación. Vivimos tiempos difíciles”, resaltó Pozos Lorenzini.
