Por mucho tiempo las escamas de los pescados se han considerado desechos, partes del animal que no tienen valor alguno, pero esa concepción ha cambiado en Mazatlán. Desde hace casi dos años se ha emprendido un proyecto en el cual se elabora colágeno para consumo humano utilizando como materia prima las escamas del pescado que es comercializado en el embarcadero de la Isla de la Piedra y en Playa Norte.
Paola Luévanos es la responsable de este proyecto que persigue dos fines: reciclar la escama y mejorar la calidad de vida de los pescadores.
Según el testimonio de algunos pescadores que participan en el proyecto consumir colágeno les ha ayudado con sus dolores de articulaciones y les brinda energía para poder realizar sus actividades. De acuerdo con el doctor Epifanio Castañeda, médico especialista del deporte, el colágeno combinado con otros factores como el llevar una dieta balanceada puede contribuir a mejorar la resistencia las articulaciones, tendones y ligamentos así como otros beneficios para la piel, por ejemplo.
La elaboración del colágeno consiste en lavar las escamas, secarlas al sol por 10 días, cocerlas, licuarlas, y el líquido obtenido colarlo para después refrigerarlo y consumirlo.
