Personal médico, de enfermería y de trabajo social de las diferentes Unidades de Medicina Familiar (UMF), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sinaloa, promueven la autoexploración como una medida para detectar de manera oportuna el cáncer de mama.
El director de la UMF No. 46, Eduardo Encines Ortiz, informó que diariamente el personal de estas categorías imparte sesiones informativas entre los derechohabientes que acuden a las clínicas del instituto, con la premisa de concientizar sobre la importancia del autocuidado de la salud.
Se le explican a la derechohabiencia las posibles consecuencias de una detección tardía del cáncer de mama, como parte de las acciones que se llevan a cabo dentro de la campaña “Octubre, mes de la sensibilización del cáncer de mama”.
El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en la población femenina, de ahí la relevancia de realizar una identificación temprana, lo que permitirá llevar un tratamiento adecuado y una mayor oportunidad de recuperar la salud.
Durante las sesiones informativas, el personal de la salud explica a la derechohabiencia que este padecimiento no es exclusivo del sector femenino, ya que los hombres también pueden padecerlo, por lo que se deben evitar factores de riesgo modificables, como la obesidad y el tabaquismo.
También se les indica, paso a paso, cómo realizar la autoexploración para la detección oportuna de algún cambio en su cuerpo.
Encines Ortiz explicó que son tres las estrategias que se llevan a cabo en los módulos de medicina preventiva de las UMF para detectar oportunamente el cáncer de mama.
La primera es la autoexploración mamaria, en mujeres mayores de 20 años; debe realizarse por lo menos una vez al mes, lo que permitirá conocer sus senos y detectar alguna anormalidad oportunamente; y en caso de ser necesario, acudir de inmediato con el personal de salud para obtener un diagnóstico completo.
La segunda estrategia consiste en recomendar a las mujeres de 25 años y más, acudir una vez al año a su clínica del Seguro Social, donde personal capacitado explorará sus senos con la finalidad de descubrir anormalidades que la mujer pudiera no sentir al tacto.
La tercera, y en complemento a las dos prácticas anteriores, se recomienda a las mujeres que tienen entre 40 y 69 años de edad, acudir a realizarse una mastografía, estudio radiográfico que permitirá detectar anormalidades no palpables, es decir, tumoraciones menores a los 0.5 milímetros.
