Dudas prácticamente no quedan que la pandemia y
las correspondientes medidas sanitarias en virtud del COVID 19 trajeron a
México, como a muchos otros países también, numerosas complicaciones
financieras. De hecho, de acuerdo a los últimos datos estadísticos que fueron
brindados por el Banco de México (Banxico), se puede ver que la actividad
financiera, al menos para el mes de agosto de 2020, tuvo caídas que
representaron un 1.4% en términos reales y anuales. De esta manera, hubo un
saldo que fue de aproximadamente 4.8
billones de pesos.
Las empresas en general, pero más aún las que
ofrecen bienes y servicios a la población en general, están pasando por
momentos realmente complicados. Por ejemplo, para el mes de julio de 2019, el
consumo en México tuvo caídas que fueron de aproximadamente 8.9%. Pero eso, por
razones que son de público conocimiento, se agravó aún más en el 2020, en donde
para el mes de agosto se registraron caídas que fueron de una cifra cercana
al 9.7%. Directa relación tuvo eso sin
lugar a dudas con los préstamos que se destinan al consumo, que son los
personales, los cuales también vieron retrocesos por hasta 18.8%.
Pero estas caídas se pudieron ver de manera en
muchas otras de las opciones
financieras que la
población en general tiene. Por ejemplo, en lo que es tarjetas de crédito, el
promedio para todos los emisores, fueron disminuciones por hasta 11.3%. En lo
que es créditos de nómina a personas que cobran el salario en un banco, hubo
derrumbe en la demanda, contrayéndose por un total la misma de 5%. Y no dejar
de mencionar aquellos financiamientos que otorgan muchos bancos y tiendas a los
fines de que particulares adquieran bienes que sean de consumo y duraderos, los
cuales tuvieron importantes descensos, de hasta aproximadamente -0.8%.
En donde sí se pudo ver apenas un leve aumento
de solicitudes de créditos, fue en aquellos destinados a empresas, debido a que
cientos de ellas tuvieron que acudir a financiación para hacer frente a
obligaciones inmediatas y corrientes como es el pago de salarios. En el mes de
julio, subieron los pedidos de financiamiento en un 4%, pero luego se fue
acomodando con el paso de los días y marca subas en promedio de 0.1%. De la
mano de esta suba, por alto no se puede dejar pasar el incremento que hubo en
inversiones relacionadas a viviendas, con aumentos en el rango aproximado de
4.4%.
Se espera, de acuerdo a análisis realizados por parte de especialistas, que las consecuencias por el coronavirus se extienda, por lo menos hasta los primeros seis meses del próximo año, pero luego, a partir de algunas medidas tomadas por el Gobierno Nacional como así también por el incremento del consumo, se espera que para finales del 2021 se pueda ver un crecimiento aproximado y en promedio de 4,6%, algo que se aguarda sin lugar a dudas para volver a poner al país de pie.