La biobarda mazatleca se activó al registrarse la primer lluvia intensa de la temporada.
Recién había sido renovada el día anterior y ya ha sido puesta a prueba comprobándose su efectividad al lograr detener cúmulos de residuos provenientes del estero del Infiernillo.
Javier Acosta Martínez, a quien se le considera guardián de la biobarda señaló que ha sido todo un reto mantener la biobarda, sobre todo recoger la basura que llega a acopiarse, más ahora en que desde el año pasado se carece de una embarcación para ello.
Acosta Martínez dijo que lo que más llama la atención es que sigue siendo gran cantidad de residuos los que corren a lo largo del estero y que incluso ya afectan a la fauna marina de la zona, volviendo urgente un cambio de hábitos de parte de la ciudadanía.
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