Ser maestro es una de las profesiones más demandantes en el campo laboral, sin embargo, la recompensa siempre resulta ser indescriptible.
El incansable labor de un docente, es de suma importancia para la correcta formación de ciudadanos, llenos de valores y aprendizajes que los ayudarán lograr cualquier meta y objetivo. Diana Uribe, es una joven mazatleca que ha decidido dedicar su vida a la docencia y que día a día a comparte sus conocimientos, su energía y buena vibra a pequeños alumnos con capacidades especiales; labor que asegura ha sido una de las mejores decisiones. La docente creció en un ambiente educativo, pues su padre también fueron maestros, lo cual la motivó a formar parte de este campo.
Diana mencionó que la experiencia de ser maestra de alumnos con capacidades especiales es difícil, pero no imposible, pues son pequeños estudiantes que ofrecen amor a cada instante y que buscan superar sus miedos con su ayuda.
No debe existir ningún miedo, o renuencia de parte de los docentes ni alumnos, al momento de compartir aulas con estudiantes especiales; por el contrario, son experiencias que todos ellos deberían animarse a vivir, pues se trata de personas que de igual forma buscan lograr objetivos y metas en la vida, aseguró Diana Uribe.
En el marco del “Día del maestro”, diana agradece a sus padres por compartir con ella la magia de la docencia. En especial, agradece a sus alumnos, quienes la motivan a continuar con su labor.
