Hace años que saltaron las alarmas con respecto a la huella que el ser
humano está dejando en el planeta. El cambio climático, antaño visualizado como
un problema al que habría que hacer frente en un futuro muy lejano, ya está
aquí y sus consecuencias son devastadoras. La temperatura de la Tierra ha
aumentado de forma exponencial en la última década, y estudios recientes
estiman que para finales de siglo los valores llegarán a aumentar entre 3ºC y
5ºC con respecto a la temperatura actual. Aunque parece baladí, este incremento
trae consigo el deshielo de los casquetes polares, con el consecuente aumento del
nivel del mar que pone en riesgo de desaparición a cientos de poblaciones en
todo el mundo. Además, el calentamiento de las aguas también provoca fenómenos
meteorológicos cada vez más virulentos e incluso inauditos, como la tormenta
tropical que se formó sobre el Atlántico, muy próxima a Europa, a principios de
otoño.
La situación global es mucho peor de lo esperado, y esto ha motivado la
puesta en marcha de diferentes iniciativas y proyectos que buscan frenar el
impacto negativo de la acción humana sobre el medioambiente. Destacan la
celebración de cumbres climáticas, como la que tendrá lugar en
los próximos días en Madrid, la conmemoración
del Día de la Tierra, en el que se realizan diferentes actividades con el
objetivo de preservar el entorno natural, o la convocatoria de premios que
galardonan a aquellas personalidades que luchan día a día para poner freno al
cambio climático y a las prácticas que degradan nuestros ecosistemas, como el
Premio Medioambiental Goldman, que en la última década ha reconocido la labor
de personas procedentes de ámbitos muy diversos, como
Humberto Brenes.
México no se queda atrás en esta lucha para preservar el medioambiente y
recién viene de inaugurar la primera carretera construida íntegramente con
plástico reciclado en el Estado de Guanajato. El proyecto ha sido impulsado por
la compañía química Dow, con el apoyo de la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes y en colaboración con las empresas Lasfalto, Surfan, Omnigreen y
Vise. En total, se han asfaltado 14 kilómetros de carretera que unen los
municipios de Irapuato y Cuerámano. Para ello, han sido necesarias 1,7
toneladas de plástico postconsumo y aditivo plastificante. Esta cantidad de
plástico se correspondería con el plástico de cerca de 3.000 empaques flexibles
y aunque pueda parecer una cifra elevada, debemos tener en cuenta que el país
produce anualmente 300 millones de toneladas de plástico, de las cuales solo el
3% llega a reciclarse.
Esta carretera de plástico, la primera del país, no solo ayuda a reducir el impacto negativo de este material en el medioambiente sino que también alarga la vida útil de la propia carretera hasta en un 50% con respecto a las vías tradicionales de asfalto.
Si bien la iniciativa es pionera en el ámbito nacional, no es la única a
nivel mundial. India, uno de los países con mayor población del planeta y, por
tanto, uno de los que más residuos plásticos genera a lo largo del año, lleva
décadas trabajando en el reciclaje de plástico para la construcción de vías de
comunicación. Así, en la actualidad el país cuenta con más de 20.000 kilómetros
de carreteras construidas a partir de plástico reciclado. Holanda, por su
parte, también ha anunciado que empleará este innovador sistema para asfaltar las
carreteras de la ciudad de Rotterdam.
México se une así a la lucha contra la degradación del medioambiente y la
búsqueda de materiales sustentables. A la construcción de esta carretera
ecológica se le sumará el próximo año la
prohibición en varios estados del país de comercializar, distribuir y
entregar bolsas de plástico a los consumidores. A partir de 2021 esta medida se
extenderá a los empaques y envases fabricados en este material.