De reversa, en su bicicleta, recorre la ciudad


Gustavo Alcaráz es un joven apasionado de la bicicleta. Él recorre la ciudad de una forma distinta... ésta es su historia...
De reversa, en su bicicleta, recorre la ciudad

Por Adriana Tirado

viernes, 7 de junio de 2019 10:23

Desde pequeño la bicicleta ha sido su pasión. Como todo niño empezó a andar en ella desde muy chico, él inició a los seis años. Hoy, a sus 30 años de edad, Gustavo Alcaráz Bastidas ha llevado este hobbie más allá de lo común, pues en su bicicleta, de reversa, recorre la ciudad. Para Gustavo la bicicleta es su medio de transporte pues se desplaza a donde quiere.

La inquietud de andar de reversa la tuvo a los 12 años, junto con un grupo de amigos de la infancia, en la Colonia Independencia, empezaron las aventuras y también las caídas, los golpes, relata.

Su familia está orgullosa de él. Gustavo y su esposa Claudia Patricia Millán son padres de un niño (de un año de edad) y están a la espera de una niña.



Él está consciente que andar de reversa en su bici es riesgoso, ya ha sufrido incidentes, pero sabe que en su casa su familia lo espera de regreso y trata de tener la mayor precaución posible.

Pero también le han ocurrido cosas que considera chuscas. Hasta el momento no ha recibido llamadas de atención por parte de la policía de tránsito, sin embargo, su forma tan peculiar de trasladarse genera molestias en algunos conductores, incluso, lo agreden verbalmente. Su bicicleta tiene historia, 20 años de antigüedad, ya la usó su padre y ahora él, aunque ya le ha hecho modificaciones.

Con una sonrisa en su rostro recordó que ya se la habían robado, pero logró recuperarla, pues el ladrón la regresó dejándola tirada en una tienda.



Andar de reversa no le causa miedo, aunque no es fácil, requiere de mucha práctica y sobre todo de equilibrio. El Malecón es la zona de la ciudad que más le facilita realizar esta práctica por la ciclovía, aunque se requieren más espacios como estos en otros puntos, ya que son muchos los ciclistas que sufren accidentes, considera él.

Pensar que su hijo en un futuro quisiera andar de reversa en bicicleta no le inquieta. Estaría dispuesto a enseñarlo siempre y cuando lo haga con cuidado, expresa con humor.

Para Gustavo “andar en bicicleta es como la vida, pues para mantener el equilibrio, se tiene que seguir avanzando”.



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