La capirotada es un postre ancestral que surge en la época de la conquista y que hace referencia a la madera donde fuera crucificado Cristo, a través de la canela que da un sabor especial a ese postre; es por esa razón un platillo típico de la cuaresma.
La capirotada ha sido diversificada en su elaboración, pues la receta ha sido modificada por generaciones al paso del tiempo.
En el caso de la señora Raquel Sabalza, la preparación de la capirotada, se basa en una receta heredada por su padre de orígen panadero y que desde hace más de 30 años, compartió con ella, el secreto de su elaboración.
Muchas familias aún conservan la tradición de consumir la capirotada durante cuaresma, pues la elaboración de ese postre en muchos hogares todavía prevalece.
La capirotada es un postre que está hecho a base de pan duro, frutas, cacahuate, piloncillo o leche azucarada, aromatizado con especias y queso añejo; donde todos esos ingredientes se conjugan para dar un sabor especial a ese postre típico de cuaresma.
Siguiendo con la tradición cristiana, hay quien argumenta que los ingredientes tienen interpretaciones religiosas: el pan como el cuerpo de Cristo; la miel su sangre. La canela recuerda la madera de la cruz y los clavos de olor a los que se utilizaron para crucificarlo.
La capirotada es un platillo que lleva un proceso original para prepararla, pues no todas las personas tienen ese sazón especial para darle la consistencia y el sabor que la hacen distinguirse como un postre ancestral heredado por los españoles a los mexicanos.
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