El tejer redes, es un viejo oficio, que ha permitido a muchas personas, vivir y obtener recursos para el sostenimiento de sus familias.
Rederos de Mazatlán, como José Angel y Rodolfo, dos tejedores de redes de pesca desde hace más de 30 y 40 años, dicen estar orgullosos de dedicarse a ese oficio, que les ha permitido tener logros importantes en su vida.
Manifestaron que desde muy pequeños sus padres, les enseñaron a tejer redes, trabajo que han aprendido a realizarlo con mucha pasión y cariño, pues es un oficio noble, que les ha dejado grandes satisfacciones personales.
Los rederos se dan cita desde muy temprano en las calles y banquetas del muelle del parque Bonfil, donde se instalan con sus bancos, agujas e hilos, para tejer y reparar las redes y chinchorros que los patrones de barco, necesitan para avituallar sus embarcaciones amarradas.
Dijeron que durante esta temporada de veda, el trabajo de los rederos es muy demandado, lo que les permite tener actividad permanente, hasta cinco meses continuos.
El tejer redes de hasta 30 metros de longitud, es un trabajo arduo, pero que realizan con mucho amor y profesionalismo, pues el trabajo antes de ser entregado, requiere de la intervención de por lo menos cuatro personas, quienes contribuyen en la conclusión del trabajo final de las redes y chinchorros que los pescadores usan como herramientas indispensables en sus labores de captura.
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