El Diputado Braulio Guerra subió al muro fronterizo que se ubica en Tijuana, Baja California, como protesta ante las medidas migratorias que ha anunciado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
A través de un comunicado, el diputado señaló que la inversión de 15 mil millones de dólares que Donald Trump piensa realizar en el muro, no solo es absurda y ridícula, sino que no detendrá el flujo migratorio; los muros son fáciles de escalar y sencillos de saltar.
"Estamos planteando primero que las empresas mexicanas puedan deducir hasta un 25 por ciento del Impuesto Sobre la Renta a los empresarios que contraten a repatriados en el primer año de internación a nuestro territorio, es decir, incentivar a las empresas", subrayó.
Además, dijo que los mexicanos que llegan a Estados Unidos y son repatriados quieren revalidar sus estudios, y aunque ésta es una buena medida, también ellos tienen la necesidad de trabajar y hay que insertados al sector productivo, además de incentivar a las empresas mexicanas para que los contraten.
Dijo que se le hace absurdo construir un proyecto de muro que pretende el presidente Donald Trump, "que la verdad gastaría más de 15 mil millones de dólares en lugar de fortalecer la relación de México con Estados Unidos".
El legislador mexicano fue recibido por el Delegado del Instituto Nacional de Migración Rodulfo Figueroa; el diputado atestiguó el proceso de repatriación y deportación en el módulo central. En el proceso las autoridades de los Estados Unidos literalmente tocan un timbre de una puerta en donde existen dos candados de ambas partes.
Una vez abierta se entrega al connacional, se le realiza un cuestionario, se verifica su estado de salud, se le da acceso a información al sistema del servicio nacional de empleo, se le otorgan alimentos y se le da atención con casas del migrante; la problemática reside en que los recursos para su apoyo están dispersos en distintas dependencias; muchos de esos recursos están en sus estados de origen, en donde no existen las posibilidades de brindarles el apoyo para que regresen a sus entidades federativas y se quedan varados en la frontera en condiciones precarias.
Si la política de Trump es que México pague por el Muro, lo cual es inadmisible; que sean mediante estos mecanismos los estadounidenses quienes paguen por la protección de nuestros connacionales en su país.
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