El trabajo de un centenar de años, está a un paso de irse al cesto de la basura.
En efecto, la Liga Mexicana de Beisbol, se ha fracturado, se han dividido sus dirigentes, y corre el riesgo de quedarse sin campaña en el 2017.
A causa de los jugadores llamados “Pochos”, los presidentes de los 16 clubs, se han separado.-
En la junta de este jueves en la ciudad de México, de nuevo fracasaron en su intento de definir el número de jugadores México-Americanos.
El grupo de los magnates de siempre, Diablos, Tigres, Sultanes, pretenden poner tope a 6 extranjeros, tres “Pochos” y dos novatos, para no frenar el desarrollo del talento nacional procedentes de las escuelas de estos dirigentes.
El otro bloque, de Tijuana, Monclova, Puebla y Yucatan, quieren libres a los importados, porque buscan mayor nivel y espectáculo en los diamantes.
Al no resolver este problema, el presidente de la Liga Mexicana de Béisbol, el Yucateco, Plinio Escalante, abandono la junta, porque lo votaron los viejos lobos de mar.
No ha renunciado, si no quieren que termine su contrato hasta el 2018, tienen que indemnizarlo con alrededor de 5 millones de pesos.
A un mes de abrir pretemporada, de momento, no hay garantía de iniciar campaña en abril.
