Tenemos derecho de soñar y soñar en grande pero también comprometernos a echarle ganas

¿Nos puedes platicar qué fue lo que te motivó a ser astronauta?

Bueno, yo creo que el sueño de querer ser astronauta nació cuando tenía yo 10 años. Yo vengo de unos padres mexicanos, son de La Piedad, Michoacán y para ser más exacto de un ranchito al lado de La Piedad Michoacán, que se llama Ticuitaco, Michoacán y entonces ellos eran campesinos, orgullosamente campesinos, trabajaban en los campos agrícolas de California y se pasaban nueve meses en en en California y tres meses en en Michoacán y cuando vino la familia pues la mitad nacimos aquí en California y la mitad nacieron en la en México, y cuando tenía yo 10 años yo recuerdo ver la última misión de la época de Apolo que recuerdo ver al astronauta Jim caminar en la superficie de la luna y luego salir afuera eh, ver la luna casi entera, era la noche, como las 10:00 de la noche, entraba y lo veía, lo escuchaba, escuchaba el reportero y pues cuando lo vi y que estaba caminando en la luna se me hizo algo increíble poder ver la luna afuera y es cuando nació el sueño yo dije “de allí soy”, yo quiero ser astronauta y así es como nació el sueño de querer ser astronauta.

¿Cómo forjar disciplina y perseverancia en nosotros y en nuestros hijos en que es la siguiente generación?

Así es, tenemos que inculcar esa hambre que uno creció porque muchas veces uno dice, bueno a mis padres eran orgullosamente campesinos, ellos me campesinos, ellos me enseñaron a trabajar en el campo. Entonces yo sé cómo trabajar, pero ya cuando uno sale de la Universidad y se casa uno ya vive a otro nivel, poquito mejorcito, del lo que vivían mis papás y tiene sus hijos y dice ¡oh! y ¿ahora cómo los vamos a motivar? porque mis hijos tienen su teléfono, su iPad, su computadora, o sea muchas cosas que ni yo me lo podía imaginar, entonces ¿cómo les podemos inculcar esa hambre, esas ganas?y yo creo que todo empieza con los valores ¿verdad? hay que no nomás hablar de cómo se deben de hacer las cosas, si no hay que ser el ejemplo y hay que hacerlas uno y si uno les enseña buenos valores, entonces yo creo que lo demás va saliendo bien y es lo que trato de hacer yo.

¿Qué sugieres a la audiencia para que ponga sus pies en la Tierra pero al mismo tiempo siga soñando con alcanzar los grandes ideales?

Bueno lo que diría yo primero es que, efectivamente, se vale soñar en grande, yo creo que todos tenemos derecho de soñar y soñar en grande, pero lo que también digo yo es que a soñar en grande pues uno también se tiene que echar el compromiso de echarle ganas ¿verdad?, porque yo soy creyente, creo en Dios, soy católico, pero también sé que nada me va a caer del cielo, o sea puedo ir a misa cada domingo, rezar a Diosito, todo, pero si no le echo ganas en esta vida, pues entonces no voy a progresar, entonces hay que echarse ese compromiso de decir: si estoy escogiendo, estoy soñando hacer esto, pues entonces cuál es el camino que tengo qué hacer y qué y qué es lo que tengo qué hacer y hay que hacerlo, hay que no esperar que digan, hay pues es que no me escogen o no puedo, o pobre de mí, sino que si bueno escogí esto, a ver estoy aquí, cómo le llego allá, cómo me preparo, cómo me capacitó, y entonces hacer esos trabajos.

¿Qué deseos te vienen a la mente para la humanidad en general y para México en particular?

Bueno son dos cosas que realmente para mí me abrieron los ojos viajar al espacio, la primera vez es cuando me quité el cinturón, floté hacia la ventanilla para ver la Tierra por primera vez desde una perspectiva que yo creo que menos de 500 personas han tenido privilegio de ver y entonces estábamos volando sobre Norte América, porque le damos vuelta al mundo cada 90 minutos, pero en esta ocasión cuando vi la Tierra por primera vez estábamos sobre Norteamérica, y obviamente podía ver más o menos dónde estaba Canadá, dónde estaba Estados Unidos, dónde estaba México, pero lo que se hizo tan bello es que no podía diferenciar dónde terminaba Canadá e iniciaba Estados Unidos, dónde terminaba Estados Unidos e iniciaba México y yo hasta yo mismo me dije “Dios mío tuve que salir fuera de este mundo para realizar que allí abajo somos solos uno”, que el concepto de fronteras es un concepto creado por el humano, diseñado para separarnos y qué triste porque desde mi perspectiva acá arriba, allá abajo somos solo uno y ahí me gustaría que nuestros líderes del mundo tuvieran ese momento de reflexión, esa misma oportunidad que tuve yo, porque te aseguraría que nuestro mundo sería un lugar mucho mejor si fuera así.

Lo segundo es que te dije que le damos vuelta al mundo una vez cada 90 minutos, eso significa que en los 14 días yo miré aproximadamente 217 amanecer y 217 anochecer, cuando vi un amanecer por primera vez me quedé viendo, estábamos llegando del lado oscuro, sobre la Tierra, y por el otro lado estaba naciendo el Sol. cuando sale el Sol y si te esperas el momento exacto, puedes ver los rayos del Sol que le pegan a la Tierra donde puedes ver la capa de nuestra atmósfera y en ese mismo momento me convertí en un medio ambientista, porque se ve súper delgado, súper delicado y es cuando yo dije: yo creo que los que están peleando para mantener nuestro medio ambiente limpio en la Tierra están correctos, porque esto se ve muy delicado y cualquier cosa que hagamos allá abajo va a afectar este balance muy delicado y si queremos dejar nuestro mundo en condiciones como lo encontramos o mejor pues debemos de actuar de una forma responsable y entonces por eso es que yo siempre trato de hablar de eso cada vez que me entrevistan, porque yo creo que es muy importante cuidar nuestro medio ambiente desde mi perspectiva, yo lo vi con mis propios ojos, qué tan delicado es nuestro mundo, y entonces esas son las dos cosas que se me vienen en mente.